El mapa del mundo del CIB: un ritual de luz, igualdad y conexión global
En el atrio del Culinary Institute of Barcelona (CIB) hay un mapa del mundo muy especial, diferente a cualquier otro. Este mapa es ciego, no tiene fronteras ni nombres de países, porque en el CIB creemos firmemente en un mundo igualitario, un mundo que no se define por los preceptos o estigmas culturales que nos dividen. Aquí, todos somos iguales, y este mapa es un símbolo de esa igualdad que nos guía.
Este mapa no solo representa la geografía, sino la esencia misma del CIB: una comunidad global y diversa, formada por estudiantes que llegan de todos los rincones del planeta, trayendo consigo sus sueños, sus historias y su pasión por la gastronomía. Cada una de esas historias está marcada en nuestro mapa por una pequeña luz, que brilla allí donde uno de nuestros estudiantes llama hogar.
Encontrar "tu luz" en el mapa es un ritual emotivo del primer día en el CIB. Es un momento en el que cada estudiante se ve reflejado en este tapiz global de luces, y en el que comprendemos que, a pesar de nuestras diferencias, todos compartimos una misma pasión y un mismo objetivo: crecer, aprender y compartir nuestra cultura gastronómica con el mundo.
Pero colocar estas luces es más que una tarea rutinaria. Días antes de cada nueva convocatoria, nuestro equipo se reúne para encender nuevas luces, sabiendo que cada una representa a una persona que ha decidido confiar en nosotros su evolución profesional. Es un ejercicio lleno de simbolismo, un momento en el que visualizamos la responsabilidad y el honor que significa recibir a estudiantes de todas partes del mundo, y cómo cada uno de ellos contribuye a hacer del CIB un lugar único.
A veces, en la emoción de la preparación, olvidamos añadir alguna luz, pero cuando esto ocurre, invitamos al estudiante a que sea él o ella quien la coloque, porque en el CIB, cada voz y cada historia cuenta. Este gesto subraya nuestro compromiso con la igualdad y la inclusión, y refuerza la idea de que cada estudiante es, verdaderamente, el centro de nuestro mundo.
Este mapa también se ha convertido en un punto de encuentro, un lugar donde nuestros estudiantes y visitantes se detienen para capturar fotos y selfies que celebran la diversidad y la unidad que representa el CIB. Es un reflejo de nuestro compromiso con un mundo sin fronteras, donde lo que realmente importa es el talento, la pasión y el deseo de aprender.
Y, más allá de su simbolismo, el mapa es también un excelente ejercicio de geografía. Es fascinante ver cómo las luces recorren los ríos y las montañas invisibles del Nilo, el Mississippi o el Missouri, trazando con su brillo las orillas no dibujadas de un mundo que ya cuenta con más de mil puntos de luz.
En los próximos días, con gran emoción, nos preparamos para encender nuevas luces. Hemos reservado un espacio en nuestras agendas para que algunos de nosotros tengan la oportunidad de participar en este hermoso ritual, señalando a cada estudiante como el centro del mundo. Porque en el CIB, cada luz no solo representa un lugar en el mapa, sino un paso más hacia un mundo donde todos partimos desde la igualdad, y cada persona tiene la oportunidad de brillar.