¿Qué se valora realmente de un chef?
Cuando me hacen esta pregunta, y ocurre muy frecuentemente, siempre hago analogía al modelo de análisis Kano para los productos. Porque, que no se ofenda nadie, ser chef es también ser un producto como lo es cualquier persona que está en el mercado laboral.
1. Ser chef es también ser un producto.
Ser chef es también ser un producto.
El análisis Kano nos dice que los productos tienen tres niveles de apreciación. El básico que es aquello que esperas que posea el producto, lo que es evidente que está incluido y de no estarlo te enfadaría mucho porque pensarías que es una tomadura de pelo. En un automóvil, por ejemplo, esperas que tenga ruedas, un motor, volante y unos asientos, como mínimo. A ese conjunto de elementos los llamamos Basics.
Si llevamos esto a un chef, obviamente que el básico es que sabe cocinar, faltaría más. Pero al igual que nadie va a comprar un auto por los básicos, tampoco lo hará con un cocinero, a no ser que lo que se precise sea eso, simplemente a alguien que cocine sin importar nada más.
Luego hay otro grupo de características que Kano llama Features. Son aquellas cosas que comparas con otras, normalmente las podrías relacionar en una tabla y comparar los datos entre un producto y otro en columnas. En el mismo ejemplo, ese automóvil puede alcanzar una velocidad determinada, tiene una potencia de motor, tantos airbags, etc. Son datos comparables.
Cuando pensamos en los features de un chef podemos relacionar ahí las técnicas de cocina que conoce, la rapidez con la que trabaja, o lo limpio y ordenado que es, por ejemplo. Ahí sí se compite y entramos en una carrera distinta entre unos chefs u otros. Son muchas las ocasiones en que sí se precisa de una técnica concreta o una agilidad determinada para abordar un trabajo como chef u otro.
Pero Kano también dice que existe un tercer nivel de características, que llama Delights, y que son esas cosas que nos sorprenden hasta decir ¡wow!, que nos dejan con la boca abierta y despiertan en nosotros como mínimo curiosidad, admiración y hasta deseo. Es ese botón que tiene ese automóvil que cuando lo pulsas se extienden unas alas y ese auto empieza a volar.
El delight es siempre el motor del mercado, la innovación, lo último. Lo malo de todo esto es que los delights acaban siendo features y estas acaban convirtiéndose en básicos. Hubo un día en que el ABS, el AIRBAG, la Dirección asistida, etc., fueron un delight para admiración de todos y hoy en días son elementos que, sin duda, están en el primer nivel de básicos y que ya no sorprenden a nadie.
Los Delights de un/a chef
¿Y cuáles serán esos delights en un chef? Pues no es que sabe cocinar muy bien, que conoce más o menos técnicas culinarias, o que es más rápido que los demás. Piensa ahora en alguien a quien admiras, mejor si es chef, y piensa por qué lo admiras, qué cosas te hace pensar en qué es alguien especial.
Bien, ahí lo ves, sabe comunicar, sabe liderar, sabe atraer, porque posee un discurso sólido y trascendente, porque añade valor a lo que hace y con lo que lo hace. Ese es el delight de un chef profesional. Eso es lo que se valora de un chef en el siglo XXI.
"Sabe comunicar, sabe liderar, sabe atraer, porque posee un discurso sólido y trascendente, porque añade valor a lo que hace y con lo que lo hace. Ese es el delight de un chef. Eso es lo que se valora de un chef en el siglo XXI".
Lo malo es que las escuelas de cocina se quedan en el primer nivel, enseñan a cocinar, claro. Supongo que todas las escuelas de cocina enseñan a cocinar correctamente, A ser un buen trabajador de la cocina. No muchas escuelas, llegan al segundo nivel y son capaces de facilitar a sus alumnos los features que los hacen más competitivos, más limpios, más rápidos. Pero ¿cuántas escuelas son capaces de invertir en la potenciación de habilidades cognitivas, de capacitarlos en la creación de discurso, de desarrollo del lenguaje eficiente y dirigido, en el liderazgo basado en la confianza y a trabajar en equipo?
Esa es la razón por la que el CIB se distingue precisamente, porque una gran parte de la carga lectiva de un alumno está relacionada con la potenciación de actitudes de liderazgo, sociales y profesionales, y otra gran parte tiene que ver con el desarrollo de habilidades para el manejo de personas, de uno mismo y de los negocios, requisitos para ser chef en el presente y futuro.
Hoy y cada vez será más obvio, se valora la capacidad de innovar a través del ejercicio de la creatividad, porque el mundo está cambiando a una velocidad vertiginosa y solo sobrevivirán aquellos que protagonicen el cambio o sean capaces de adaptarse a él. Eso es que disponen de esa batería de características que Kano define como delights. Son esos chefs que aman la innovación y por eso se convierten en la tracción del mercado.