Después de más de una década estudiando la generación Millennial, el Pew Research Center observó en 2018 que los mayores de esta generación iban a cumplir 38 años y decidió establecer otro corte generacional para seguir investigando las características de los nuevos jóvenes. Así, este prestigioso centro de investigación, determinó que las personas nacidas entre el 1981 y el 1996 serían considerados Millennials, y los nacidos a partir del 1997 ya pasarían a ser considerados una nueva generación, popularmente ahora conocida como la Generación Z. Desde el diccionario Merriam-Webster hasta Google trends han introducido ya esté concepto en sus entradas.
Un detallado estudio de Hubspot destaca algunas características importantes de esta generación, algunas de las cuales recogemos aquí:
En la misma línea, un estudio de Linkedin sobre la generación Z y el aprendizaje, destaca los siguientes elementos:
Otro estudio de la consultora McKinsey, destaca que en el centro del comportamiento de las personas de esta generación está la búsqueda de la verdad. Valoran la expresión individual, evitando etiquetas, así como creen profundamente en la eficacia del diálogo para resolver conflictos y mejorar el mundo. Y mientras a los millennials se les llamaba la “Me generation” a los Z les llaman la “True Gen”.
En un intento de explicar quienes y cómo son la generación Z, este artículo de FORBES detalla que si bien los millennials empezaron la tendencia de la multipantalla, los Z pueden controlar hasta 5 pantallas a la vez. Se comunican mejor con imágenes, crean contenidos, miran al futuro y son realistas. El artículo, explica que esta generación destaca por ser autodidactas, autosuficientes y creativos. La mayoría persigue un empleo que impacte al mundo, hacer voluntariado y muestran preocupación por el impacto que tiene el ser humano en el planeta. Están acostumbrados a solucionar problemas y necesidades de manera personal y enfocada. El 72% no piensa recibir órdenes de un jefe, están dispuestos a emprender y ser sus propios jefes.
Si miramos por ejemplo en entornos universitarios, Pearson publicaba una infografía muy detallada de la percepción de esta generación en relación a la educación:
Siguiendo el análisis de tendencias en educación, un informe de eLerarningIndustry, detalla 9 elementos que darán forma a la educación del futuro:
El informe de la OCDE “Trends shaping education” con una visión a largo plazo, hace la siguiente reflexión:
Examinar el futuro de la educación a la luz de las tendencias globales es clave para asegurar que la educación contribuye al desarrollo pleno de los individuos como personas, ciudadanos y profesionales competentes. En un mundo complejo y en rápida transformación, esto podría implicar actualizar el contenido de la educación, así como re-imaginar las formas de prestación del servicio, incluyendo la reorganización de los entornos de aprendizaje formal e informal.
En el CIB miramos al futuro y diseñamos experiencias de aprendizaje que dan respuesta a las demandas y características de estas nuevas generaciones, así como facilitar la interacción con personas de más edad que también estudian con nosotros. En el Culinary Institute of Barcelona hemos creado un ecosistema experiencial, donde la edad no es determinante, lo es la actitud.
En un entorno profesional, interactuarán tanto los más jóvenes como los de edad más avanzada, así que el CIB les ofrece el entorno idóneo para conocerse y desarrollar las habilidades que les permitirán un desempeño profesional lo más óptimo posible.
Y todo lo esto lo hacemos con una metodología propia, que se ha inspirado en modelos como el ManageMentor de Harvard o el Design Thinking popularizado por IDEO, dando una gran relevancia al desarrollo de la creatividad y la innovación de forma transversal.
Proponemos un modelo de 360º, centrado en el alumno, que tiene en cuenta los conocimientos, las habilidades, las actitudes y las posibilidades.
Par ello, el CIB se ha diseñado con la diversidad de escenarios que permiten que a lo largo de un día o de una semana, los alumnos vivan experiencias de aprendizaje muy diversas. Desde sesiones muy prácticas y específicas, demostraciones de expertos en una técnica o producto determinado, sesiones de debate y discusión entorno una temática, talleres de habilidades laterales, creatividad e innovación, hasta espacios de aprendizaje autónomo o en equipo y salidas de campo para conocer el entorno profesional real.
Hemos adaptado el modelo de aprendizaje basado en retos (challenge based learning) para ofrecer experiencias de aprendizaje transversales, que integran diferentes materias y que invitan a los alumnos a relacionar conocimientos y habilidades con un objetivo determinado. Algunos de ellos, se les propone sin conocer la posible solución. Y, además, estos retos se han convertido en una de las partes esenciales del proceso de evaluación.
En esta búsqueda de la transversalidad educativa, atendiendo a las necesidades de los profesionales del siglo XXI y como ilustran las nuevas tendencias en educación, en nuestro horizonte medio está la eliminación de las materias como contenedores de contenidos. En un contexto profesional incierto, volátil y tan cambiante, sólo aquellas personas capaces de detectar posibilidades en su entorno y poner en práctica y aplicar los conocimientos, habilidades y actitudes en situaciones reales, serán las que conseguirán avanzar. Y esto pasa por desarrollar una visión transversal de 360º, entender las interacciones a todos los niveles y desarrollar una curiosidad e interés por los cambios que nos depara el futuro.
Por otro lado, si bien a nivel macro el alumno ya puede escoger su itinerario formativo y pasar desde 3 meses hasta casi 4 años eligiendo en qué y cómo quiere formarse en el CIB, queremos que a nivel de cada programa también exista esta capacidad de personalización y elección, y que cada alumno pueda elegir algunas líneas de especialización más específicas que den respuesta a sus necesidades e intereses.
Finalmente, esta personalización se verá reforzada con la oferta de cápsulas online complementarias, que serán elementos de valor añadido transversales para todos nuestros programas. Este formato permite al alumno elegir de entre una oferta diversa y elegir también en qué momento quiere consumirlos (en el bus, en el metro, en la cocina, etc.) desde cualquier dispositivo, eligiendo las temáticas que más se ajusten a sus intereses y necesidades y complementen el programa que esté estudiando en el CIB.
Varias semanas de confinamiento y una crisis mundial sin precedentes serán el punto de partida de muchos cambios. Aquellas organizaciones que ya miraban al futuro, les será más fácil irse adaptando y ofreciendo entornos flexibles y adaptables que den respuesta a estas necesidades y a muchas más que todavía hoy desconocemos.
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