La cocina ha sido en los últimos años un lugar de acogida para personas muy diversas. Hay muchas razones por las que alguien decide en un momento determinado dedicarse a la gastronomía, pero también muchos perfiles desde los que se accede a trabajar o emprender en el sector. Entre ellos, uno de los perfiles más habituales es el de personas que se han dedicado hasta el momento a trabajar en otros sectores profesionales, a veces durante mucho tiempo y han decidido dar un paso lateral para dedicar su vida profesional a aquello que más les apasiona. Sienten el impulso de hacer un cambio en su vida para convertirse en chef o emprender en gastronomía
Los grandes cambios siempre generan muchas dudas y cierto miedo, especialmente cuando se tiene familia y una vida estructurada. Hemos hablado con los alumnos de la carrera Gran Diploma Chef que han tomado una de las decisiones más valientes de su vida en cambiar su carrera profesional para convertirse en chef y hemos recopilado las dudas y respuestas de esta decisión. Si estás pensando en cambiar de carrera para dedicarte profesionalmente a la cocina porque quieres ser chef, esta información puede serte de gran utilidad.
A muchos les preocupa que sea demasiado tarde para volver a empezar y lo cierto es que la primera sensación es la de salto al vacío. Se pierde durante un tiempo la estabilidad que se tenía hasta entonces y por un momento el futuro es incierto, abierto a muchas posibilidades. Aun así, todos los alumnos con los que hemos hablado que se encontraban en esta situación coinciden en que la experiencia formativa pasa muy rápido y pronto te encuentras de nuevo en el mercado laboral o emprendiendo tu propio proyecto. Aunque exista diferencia de edad entre los alumnos, eso no impide que se entiendan y aprendan unos de otros. Los estudiantes del Culinary Institute of Barcelona comparten este espíritu aventurero por asumir riesgos y afrontar los cambios con valentía y pronto crean vínculos entre ellos, se ayudan unos a otros y forman una pequeña familia del CIB durante el curso y también después de él, creando una red de networking entre alumnos y profesores de muchas partes del planeta que es de gran utilidad para sus futuros profesionales.
Si realmente sientes que necesitas un cambio, te adaptarás fácilmente a él, porque harás lo que realmente quieres hacer y estarás realmente donde quieres estar. Afrontar cambios a menudo es retarse a uno mismo, superar miedos que hace tiempo que llevas arrastrando y ver que todo es menos difícil que aquella idea temerosa que tenías interiorizada.
Natalia Martínez, trabajaba en marketing y decidió venir al CIB para estudiar gastronomía.Cambiar de profesión es un cambio vital fuerte, pero nadie lo toma porque sí. Muchos deciden cambiar porque se aburren en sus trabajos, no les gusta suficiente o se encuentran estancados en ellos. Otros consideran que sus trabajos son demasiado duros y absorbentes y necesitan tomar un camino diferente. Si es cierto que la cocina a veces es dura y que los horarios a veces dificultan la conciliación familiar, la gastronomía es una profesión que te permite viajar, que te permite reinventarte constantemente y que te permite desconectar cuando no estás trabajando.
En la época de la hiperconectividad en la que siempre se tiene que estar disponible y cuesta tanto desconectar, una profesión como la cocina en la que raramente te llevas trabajo a casa ni preocupaciones que te persiguen en tu momento de descanso es un privilegio. Tendrás tu tiempo libre para hacer lo que te apetezca y eso es algo que no es fácil de conseguir. Muchos de los alumnos que hemos entrevistado valoran muy positivamente el hecho de poder aprovechar su tiempo libre para visitar otros restaurantes, quedar con amigos o familiares, hacer pequeñas excursiones a otros lugares o ciudades o seguir formándose en cocina, algo que en sus antiguos trabajos no podían hacer con tanta regularidad.
"Cuando empecé mi stage descubrí el tiempo libre. Yo nunca había tenido tiempo libre de verdad, siempre tenía que estar pendiente del teléfono y no podía ir a comer o a dormir una siesta tranquila"
Agustina Conte, periodista política que decidió estudiar cocina en el CIB
Tener miedo a haber perdido el tiempo es razonable. Pensar que has invertido mucho tiempo, esfuerzo y dinero a una profesión durante mucho tiempo que ahora vas a abandonar, pero no tiene por qué ser tiempo perdido. Aunque muchos de esos conocimientos que necesitabas para tu antiguo trabajo ya no te van a servir ahora, durante tu experiencia laboral o educativa previa has desarrollado un conjunto de habilidades y actitudes que no tenías cuando empezaste o que no tienen aquellos para los que la cocina es su primera profesión. La capacidad de trabajar en equipo, ser exigente contigo mismo, saber comunicarte o saber trabajar de forma autónoma son capacidades útiles para cualquier profesión y solo tu antigua profesión podía darte los recursos que tienes ahora y que te hacen ser quien eres.
Las habilidades que aprendes durante tu desarrollo profesional forman parte de ti. Un arquitecto o un ingeniero tiene una mirada analítica y organizativa que le acompaña en todo lo que hace y un periodista tiene habitualmente un punto de curiosidad y de capacidad de expresarse públicamente. Todas estas habilidades o competencias transversales te serán útiles también en cocina, toda actividad en la que te ocupes deja un rastro de aprendizaje positivo. A su vez, estudiar gastronomía te formará en otras habilidades y actitudes que también te acompañarán si decides enfocar tu vida a otra profesión en el futuro.
Matthew Kayes, Engineer Manager de Microsoft, cambió de carrera para ser chef a los 60 años.
La cocina es un sector en el que no es excesivamente complejo adentrarse. Conocer las principales técnicas y productos pide apenas unas pocas semanas o meses y aunque posiblemente tendrás compañeros más experimentados en la cocina que tú, te será fácil alcanzarles si te esfuerzas lo suficiente. Una de las ventajas de la cocina es que se puede practicar en casa y las instalaciones del CIB están también abiertas a que los alumnos practiquen en ellas y aprovechen las ventajas poder cocinar en una cocina profesional. El 32% de los alumnos del CIB provienen de otros sectores profesionales y más de la mitad tienen la intención de emprender un negocio propio vinculado a la restauración. El stage, las prácticas en restaurante, sirve para que el estudiante consiga ponerse al día y acelerar su aprendizaje más fácilmente, preparándose así para los retos que decida emprender en su futuro profesional.
Aquello más común en los estudiantes del CIB son las ganas de retarse a sí mismos, de experimentar con el producto y las técnicas siendo creativo y buscando innovar, hacer aquello que nadie ha hecho antes aplicando los conocimientos aprendidos a una gran variedad de proyectos diferentes. No hay edad para aquel que tiene ilusión por formarse de nuevo.
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Aquí siempre se aprende algo nuevo, si pierdo un día aquí pierdo mucho, no puedo faltar. Esto está muy bien, tengo ganas de ir a clases, de aprender, sé que siempre va a haber algo nuevo que me va a sorprender”.
Priscila Almeida, arquitecta que decidió estudiar cocina en el CIB
Cuando alumnos que han cambiado de profesión empiezan su experiencia de prácticas en stage, que suele ser su primera experiencia profesional, pueden tener miedo a no poder seguir el ritmo de trabajo o que el trabajo se haga demasiado repetitivo o pesado. Ya en los primeros días, muchos se dan cuenta de que el tiempo les pasa muy rápido y que no les cuesta adaptarse a sus compañeros y a la exigencia del establecimiento. En el CIB escogemos los restaurantes más adecuados para el perfil de cada alumno y conseguimos que cada alumno tenga la experiencia de prácticas que estaba buscando, tanto si busca un restaurante pequeño y acogedor en el que tener una experiencia agradable y cercana, como si busca un restaurante del más alto nivel gastronómico para ponerse a prueba o aspirar a una buena posición laboral.
Lo más importante es prepararse para trabajar en equipo y ser capaz de adelantarse a las necesidades que puedan surgir en el desempeño de tu puesto de trabajo, de esta manera nunca estarás sin nada que hacer y nunca irás con retraso en las tareas que tienes encomendadas.
En resumen, si estás pensando en cambiar de carrera para estudiar para ser chef, en CIB te garantizamos que vale la pena estudiar gastronomía. A continuación, te resumimos los beneficios de ser chef y algunos de los aspectos que debes tener en cuenta: