El arte de cocina es un entorno competitivo, por lo cual destacar se vuelve fundamental. Las técnicas culinarias de vanguardia ofrecen a los y las chefs la oportunidad de diferenciarse de la competencia. Al dominar las diferentes técnicas en tendencia, tienen la posibilidad de crear platos únicos, combinando sabores inesperados, nuevas texturas y presentaciones innovadoras. El conocimiento, sumado al desarrollo de habilidades y actitudes, son un potenciador para lograr sorprender y cautivar a los comensales para así convertirse en un verdadero referente en el ámbito culinario.
En este post vamos a ver algunas de las técnicas que están en tendencia, y que a su vez forman parte del Postgrado en Técnicas Culinarias Avanzadas en el CIB · Culinary Institute of Barcelona.
Contenido
La cocina molecular llegó para romper con las técnicas culinarias tradicionales experimentando con ingredientes, y texturas. Los y las chefs que practican esta técnica buscan constantemente desafiar los límites y cuestionar las expectativas de los comensales. A través de la aplicación de principios científicos, como la gelificación, la esferificación y otras, se transforman los ingredientes en formas sorprendentes, logrando platos que despiertan la imaginación y desafían nuestras percepciones.
Dentro de la Cocina Molecular podemos encontrar técnicas como:
La cocina molecular va más allá de la mera presentación visual y se enfoca en la experiencia sensorial completa. Las y los chefs buscan estimular todos los sentidos de los comensales, desde la vista hasta el olfato, el gusto y el tacto. La innovación en esta técnica culinaria permite producir platos que sorprenden y cautivan a través de combinaciones de sabores inesperadas, texturas únicas y presentaciones visuales impactantes. Cada bocado se convierte en una aventura sensorial que despierta emociones y ocasiona recuerdos duraderos.
La innovación en la cocina molecular no solo atrae a los amantes de experiencias, sino que también impulsa el desarrollo y el progreso en el campo de la gastronomía. Al desafiar las normas establecidas y explorar nuevas posibilidades, se abren puertas a la creación de nuevas técnicas, combinaciones de sabores y presentaciones culinarias. La innovación en la cocina molecular inspira a otros chefs y alienta a la industria en su conjunto a seguir buscando nuevas formas de sorprender y deleitar a los comensales.
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La cocina del fuego es una técnica culinaria que se basa en el uso de brasas y llamas para preparar alimentos. Por años el fuego ha sido una herramienta esencial en la cocina, y la cocina del fuego aprovecha esa tradición ancestral para generar experiencias culinarias únicas. Ya sea a través de parrillas, ahumadores, hornos de leña o asadores.
El fuego ha sido una herramienta esencial en la cocina. Pero más que un simple medio de cocción, la Cocina de Fuego es una filosofía culinaria que despierta los sentidos más profundos. Una de las principales razones por las que esta técnica domina el arte de los sabores intensos es su capacidad para realzar el carácter natural de los ingredientes. Las altas temperaturas del fuego caramelizan los azúcares presentes en los alimentos, creando una textura dorada y crujiente en el exterior. Al mismo tiempo, el calor intenso resalta los sabores y despierta los aromas, produciendo perfiles de sabor complejos y cautivadores.
A continuación, exploraremos en detalle algunas técnicas qué hacen parte de la cocina del fuego y sus aplicaciones en la cocina:
El ahumado implica la exposición de los alimentos al humo generado por la combustión de maderas aromáticas. A medida que el humo impregna los ingredientes, se les dota de sabores y aromas únicos y cautivadores. Esta técnica se ha utilizado durante siglos para conservar los alimentos, pero en la actualidad también se ha convertido en una forma de realzar los sabores en la cocina y añadir un toque de creatividad a los platos.
El proceso de ahumado comienza desde la selección de las maderas adecuadas para generar el humo, como el roble, la haya, el nogal o el manzano. Estas maderas aportan distintos matices de sabor al ahumado. Luego, los alimentos se exponen al humo en un ahumador o una parrilla especial diseñada para esta técnica. Durante el proceso el humo penetra en los alimentos, impregnando su superficie y originando sabores ahumados, únicos y deliciosos.
El ahumado se aplica a una amplia variedad de ingredientes. La aplicación de esta técnica puede realizarse en caliente, donde se cocina al mismo tiempo que se ahúma, o en frío, donde los alimentos se ahúman a temperaturas más bajas durante un período más largo. Además, añade una atractiva capa de color y textura a los alimentos, mejorando su presentación.
Es una técnica donde se cocina directamente sobre una fuente de calor como una parrilla, una fogata o un horno de leña. Esto permite aprovechar el poder del fuego para transformar los ingredientes en platos llenos de sabor y carácter.
Una de las principales ventajas de la cocción a la llama es la creación de sabores ahumados y caramelizados que son difíciles de replicar con otras técnicas de cocina. La exposición directa al fuego abierto permite que los ingredientes adquieran una deliciosa capa de sabor ahumado, realzando sus perfiles de gusto de manera única.
Dominar la cocción a la llama requiere práctica y habilidad para controlar adecuadamente la temperatura y el tiempo de cocción. Ajustar la distancia entre los ingredientes y la llama, así como girarlos y moverlos según sea necesario, es esencial para obtener resultados óptimos.
Esta técnica se basa en la cocción lenta y controlada de los alimentos a temperaturas más bajas de lo habitual, generalmente entre 50°C y 80°C. Esto permite una distribución uniforme del calor, evitando el sobrecalentamiento y preservando la jugosidad y ternura de los ingredientes. Al cocinar los alimentos durante un período más largo, se descomponen gradualmente los tejidos conectivos, dando como resultado una textura más tierna y suculenta.
Es una técnica que implica sellar herméticamente los alimentos en bolsas especiales y luego cocinarlos en un baño de agua controlada a temperaturas precisas y constantes. Antes de sellar, los ingredientes pueden ser sazonados, marinados o adobados para maximizar el sabor. Una vez selladas las bolsas al vacío, se sumergen en un baño de agua a una temperatura específica y se cocinan durante un período de tiempo determinado. Esta técnica asegura que los alimentos se cocinen de manera uniforme, reteniendo su jugosidad natural y desarrollando sabores intensos.
Sellar los alimentos al vacío crea un ambiente hermético que evita la pérdida de humedad y nutrientes. Esto resulta en platos más jugosos y tiernos, con una textura suave y uniforme. Además, la cocción a baja temperatura y la precisión del proceso permiten que los ingredientes se cocinen de manera óptima, sin sobrepasar los límites y sin riesgo de sobrecocción.
La precisión y el control son elementos característicos de esta técnica, ya que al utilizar temperaturas y tiempos de cocción específicos puedes lograr resultados exactos y consistentes en cada preparación. Esta técnica es especialmente útil al cocinar ingredientes delicados, como pescados, aves o cortes de carne de calidad superior, donde la precisión en la temperatura y el tiempo de cocción son fundamentales para obtener resultados perfectos.
En el mundo de la gastronomía es necesario desafiar los límites establecidos para seguir evolucionando. Esto no solo implica pensar fuera de lo convencional, sino también adquirir conocimientos y habilidades avanzadas a través de la formación. En el CIB · Culinary Institute of Barcelona sabemos que es necesario enseñar a mejorar, a cuestionar, a imaginar, a buscar y a encontrar nuevas posibilidades, haciendo uso del intelecto, que no es precisamente muy racional, sino absolutamente emocional. Si estás interesado en aprender sobre las técnicas de la Cocina Molecular, Fuego y la Baja Temperatura, el CIB es una excelente opción para ti con el programa de Técnicas Culinarias Avanzadas.