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Desenterrando la chispa creativa con el Creativity Bootcamp

Escrito por Ferran Fisas | enero 2025

La creatividad es una de las cualidades más fascinantes del ser humano, una capacidad inherente que, lejos de ser un don reservado para unos pocos, reside en todos nosotros desde el momento en que nacemos. Sin embargo, a lo largo de nuestras vidas, esta forma de hacer suele ser relegada al olvido, sepultada bajo capas de convencionalismos y normas sociales que nos alejan de esa forma tan natural de enfrentarnos al mundo.

En el Culinary Institute of Barcelona (CIB), entendemos la creatividad como algo mucho más profundo que una habilidad: la vemos como una actitud, una manera de abordar los problemas y encontrar soluciones innovadoras. Por ello, hemos diseñado una experiencia que transforma a nuestros alumnos: el Creativity Bootcamp.

¿Qué es el Creativity Bootcamp?

El Bootcamp de creatividad es una de las primeras actividades que viven los estudiantes del CIB al iniciar su formación. Durante cinco días muy intensos, los alumnos son llevados al límite de sus capacidades mentales y emocionales en un entorno completamente liberado de los convencionalismos que habitualmente frenan su creatividad. Este Bootcamp no solo busca desafiar la percepción que tienen sobre sí mismos, sino también demostrarles que la creatividad, lejos de ser un privilegio exclusivo de artistas o genios, es una actitud universal que todos pueden recuperar.

Desde el primer día, los alumnos son confrontados con la idea de que la creatividad no es una habilidad que se tiene o se carece, sino una manera de enfrentarse a los problemas. Esta actitud, sin embargo, necesita un marco de libertad para florecer, algo que muchas instituciones educativas y hogares no facilitan. En la niñez, todos fuimos creativos: inventamos mundos, asumimos roles fantásticos y resolvimos problemas imaginarios sin más herramientas que nuestra mente. Pero, a medida que crecimos, fuimos educados para priorizar tareas consideradas “de mayores”, dejando atrás esa libertad de imaginar sin restricciones. De manera inconsciente, aprendimos a no ejercer nuestra creatividad.

Es común escuchar a personas adultas afirmar: “es que yo no soy creativo”, como si la creatividad fuese una cualidad ajena a su ser.

 

En el CIB desafiamos esta creencia. Sabemos que la creatividad sigue latente en todos, esperando ser redescubierta. El Bootcamp de creatividad es el espacio donde los alumnos experimentan esa revelación. Durante una semana, son guiados por Jordi y Eduard, dos entrenadores excepcionales que han diseñado actividades para desenterrar esa chispa creativa que alguna vez tuvieron y que pensaban perdida.

¿Cómo es el Creativity Bootcamp?

El Bootcamp no es un curso más. Es una experiencia transformadora que combina la exigencia mental con una profunda exploración emocional. Cada actividad está pensada para romper barreras, desafiar paradigmas y llevar a los estudiantes fuera de su zona de confort. Pero este proceso no busca creatividad por creatividad. En el CIB entendemos que, si bien la creatividad es la chispa, la innovación es el fuego. Y para que la creatividad tenga un impacto real, debe estar dirigida por un propósito claro y alimentada por la empatía hacia los problemas que necesitamos resolver.

Sin criterio, la creatividad es solo entretenimiento. Con criterio, se convierte en el motor de la innovación.

 

Durante los cinco días del Bootcamp, los alumnos exploran los límites de su imaginación y descubren que son capaces de crear soluciones que nunca habían imaginado. Lo hacen en un entorno de rebeldía controlada, donde las normas tradicionales de “lo que se debe hacer” quedan suspendidas, permitiendo que emerja una nueva manera de pensar y de ver el mundo. Esta libertad es clave porque, como nos enseña la historia, los grandes referentes de la creatividad y la innovación siempre han sido rebeldes. Han desafiado las reglas establecidas para encontrar caminos nuevos, y esa misma actitud es la que se fomenta en nuestros alumnos.

El viernes, cuando concluye el Bootcamp, la transformación es palpable. Al mirar a los estudiantes, es evidente que han vivido una epifanía. En sus rostros se mezclan el agotamiento y la euforia de haber redescubierto algo esencial en ellos mismos. Muchos terminan abrazando a Jordi y Eduard, agradecidos por haberles guiado en un viaje que les ha devuelto una parte de su ser que creían olvidada. Es común ver lágrimas, no de tristeza, sino de gratitud y alegría, porque han comprendido que son capaces de mucho más de lo que imaginaban.

El Creative Bootcamp no solo es una semana en el calendario académico del CIB. Es el punto de partida para entender los tres vectores fundamentales de nuestra metodología: creatividad, innovación y mirada al futuro. En el CIB creemos que estos tres pilares están profundamente interconectados. La creatividad es la herramienta que nos permite encontrar mejores soluciones; la innovación, el medio para llevar esas soluciones al mundo; y la mirada al futuro, la actitud que nos impulsa a cuestionar el presente y construir algo mejor. En este sentido, el Bootcamp es mucho más que una experiencia reveladora. Es el inicio de un cambio profundo en la manera en que nuestros alumnos ven la gastronomía, el mundo y a sí mismos.

Es también, sin duda, la actividad mejor valorada por nuestros estudiantes. No solo por su impacto emocional, sino porque marca un antes y un después en su vida académica y personal. Muchos alumnos comentan que, después del Bootcamp, no solo se sienten más creativos, sino también más seguros de su capacidad para enfrentar los desafíos que encontrarán en su camino. Han aprendido que la creatividad no es un lujo ni un capricho, sino una herramienta poderosa para transformar su realidad y la de los demás.

En el Culinary Institute of Barcelona nos sentimos profundamente orgullosos de lo que este Bootcamp representa. Es un recordatorio de que todos somos creativos, que esa capacidad innata puede ser recuperada y que, con el marco adecuado, cualquier persona puede volver a conectar con su esencia más genuina. Porque, al final del día, la creatividad no es algo que se enseñe. Es algo que se libera. Y en el CIB, hemos hecho de esta liberación una experiencia inolvidable.