El pasado 18 de junio de 2024, celebramos en el CIB · Culinary Institute of Barcelona una nueva edición de CIBTalks Futuro para explorar el futuro de la gastronomía a través del prisma de la inteligencia artificial.
Para preparar la sesión, los futuros CIBers debían realizar una breve investigación sobre las soluciones y tecnologías actuales, un análisis de mercado y un perfil de los consumidores. Tras las ponencias, debían resolver diferentes retos y presentarlos en un máximo de 5 minutos.
La jornada consistió en un hackatón intensivo de cinco horas, donde se discutieron las tendencias en el sector FoodTech y el uso de la inteligencia artificial en la creación de restaurantes. Inspiró a las alumnas y alumnos a generar soluciones mediante la creatividad e innovación utilizando diversas herramientas.
Integrar las nuevas tecnologías en el sector alimentario puede ser un reto, considerando su rápida evolución y las múltiples aplicaciones en todos los sectores.
Eric Verdaguer lideró la primera ponencia, explicando que el departamento de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Barcelona, donde trabaja, recibió un informe de la Organización Mundial de la Salud indicando que el 40% de las enfermedades crónicas están relacionadas con la nutrición. Los expertos se enfrentaron al problema de no contar con herramientas para hacer un seguimiento de la alimentación de la población.
El equipo desarrolló un sistema de reconocimiento compuesto por IA, visión artificial y aprendizaje profundo, para proporcionar datos exclusivos a dietistas y nutricionistas. Esto contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible: ODS 3 Salud y Bienestar y ODS 12 Producción y Consumo Responsables, centrado en la reducción del desperdicio de alimentos.
La propuesta del equipo de Eric es una aplicación llamada LogMeal. Esta permite reconocer los ingredientes de un plato y pide al comensal que introduzca el máximo de detalles sobre el mismo para extraer información nutricional. Así, se monitoriza de forma objetiva, estructurada, estandarizada, digitalizada y en tiempo real la alimentación de las personas.
Con solo tomar dos imágenes (al inicio y al final de la comida), LogMeal puede calcular la ingesta real, el valor nutricional, el precio y sustituir un análisis en el laboratorio sobre lo que ha ingerido esa persona. Permite saber qué se está consumiendo y qué no, por ejemplo, en una cadena hotelera, o determinar qué comprar y qué se está tirando para optimizar la próxima compra. LogMeal es capaz de reconocer 1,400 platos internacionales y locales con su información nutricional.
El algoritmo de LogMeal se entrena constantemente para ser lo más preciso posible, proporcionando información certera para que los profesionales de la salud puedan tomar decisiones. Esta solución es aplicable a otros negocios como restaurantes, hospitales, centros deportivos de alto rendimiento, entre otros. En el ámbito de la cocina, aplicaciones como LogMeal permiten a chefs y negocios de hostelería predecir las necesidades de sus clientes.
Algunas de las tendencias destacadas fueron los cruceros, un tipo de negocio que requiere un inventario eficiente. Conociendo la información del consumidor, pueden adaptar su logística. Actualmente, existen más soluciones digitales para la hostelería enfocadas en las mesas de un establecimiento, que empiezan a incorporar información sobre los comensales, sus gustos y preferencias, permitiendo decisiones anticipadas y un servicio eficiente.
Otras tendencias incluyen la hiperpersonalización, la digitalización de los menús o la reserva digital.
La segunda ponencia fue liderada por Adrián Beloki, director de Estrategia de Contenidos en Peldaño, quien habló sobre el impacto de la IA generativa en el sector de la restauración. Adrián explicó que, aunque el auge de la inteligencia artificial se dio en 2022 con Chat-GPT, sistemas similares ya se habían estado desarrollando.
Las primeras IAs, llamadas IAs clásicas, podían entender información de un contexto muy concreto y cerrado, ejecutando órdenes precisas. La IA actual, o IA generativa, es capaz de crear contenido original en muchas formas distintas.
Adrián comenzó a experimentar con Chat-GPT y elaboró una serie de “Do’s & Don’ts” para sus compañeros de trabajo en el uso de la IA en el periodismo. Esta afición tuvo éxito y se enfocó en ella hasta lograr elaborar un concepto de restaurante con esta herramienta.
Adrián, siendo periodista y no estando en el mundo de la hostelería, desconocía el proceso para crear un restaurante. Pidió ayuda a Chat-GPT. Sin embargo, las primeras respuestas de la herramienta eran muy superficiales y no ayudaron a Adrián a crear una hoja de ruta consistente.
Aportó un contexto y unas necesidades, y se dio cuenta de que, cuanto más interactuaba con la herramienta, mejores resultados obtenía. Descubrió que la IA no era capaz de desarrollar proyectos complejos por sí sola; necesitaba un contexto.
Continuó elaborando el proyecto, que hasta entonces era un restaurante mexicano en Madrid con un presupuesto de 200,000 €. Quiso profundizar en los proveedores, y la herramienta le dio una lista de nombres, todos marcas de EE.UU. Adrián se dio cuenta de que Chat-GPT tenía un sesgo debido a su entrenamiento con información de Estados Unidos.
Luego, pidió ayuda para buscar una ubicación en Madrid que encajara con su presupuesto. La IA recomendó el barrio de Vallecas, un área al sur de la ciudad con una fuerte identidad de gente trabajadora. Le pidió información sobre el barrio: su historia, estilo de vida, comercios y la gente. La IA describió con detalle las características del barrio, destacando su relación con el equipo de fútbol Rayo Vallecano.
Así, la IA ayudó a Adrián a elegir un nombre: Rayo Jalapeño. Utilizó otra herramienta de IA llamada Midjourney para desarrollar la identidad de marca de Rayo Jalapeño. Se dio cuenta de que la IA puede ser muy útil en fases de inspiración si se complementa con criterio humano.
Una vez finalizadas las inspiradoras charlas, las alumnas y alumnos trabajaron en sus retos por equipos. Algunos debían mejorar los estándares y prácticas de seguridad alimentaria de los restaurantes, otros la gestión de inventarios y el desperdicio de alimentos, otros diseñar un producto que mejore la experiencia del cliente, y otros desarrollar una solución que analice las preferencias y restricciones de los comensales.
Los diferentes grupos se repartieron por todo el centro y, a través de las herramientas proporcionadas, expusieron sus propuestas en un máximo de cinco minutos.
Sin duda, los resultados de estas sesiones siempre resultan inspiradores para los oyentes, ya que permiten visualizar otros campos diferentes de la cocina y la gastronomía, y sirven de inspiración para aplicarlos en sus propios proyectos.